No hace mucho estuve en una fiesta y conocí a un hombre muy agradable que no paraba de hablar de la remodelación de su sótano. Durante casi una hora, me contó cada paso con un detalle insoportable: las chapas, la instalación eléctrica, la sustitución de las ventanas. En un momento dado, capté la mirada de una amiga y le envié una señal con mis ojos: “Por favor, rescátame. Te lo suplico”. Mi amiga, que estaba en una zona más festiva de la fiesta, con baile y mini pasteles de cangrejo, me devolvió una mirada avergonzada de disculpa. Finalmente, cuando el remodelador tomó lo que parecía ser su primer aliento, me excusé para ir a tomar una copa. La mayoría de nosotros estamos familiarizados con esa sensación de desesperación e inquietud cuando nos enfrascamos en una conversación unidireccional. Ocurre en entornos sociales y en el lugar de trabajo: el compañero que se adueña de una reunión, el amigo que pronuncia un sermón en la cena, una cita que se convierte en un espectáculo unipersonal. Le pregunté a expertos cómo retomar (educadamente) la conversación. Usa el nombre de la personaCapta la atención de la persona en medio de un monólogo utilizando su nombre, dijo Jefferson Fisher, autor de Discute menos, habla más. Di directamente el nombre de pila de la persona, dijo Fisher. Usar el nombre de alguien “es como una campana para sus oídos, y capta su atención”, dijo. Por naturaleza harán una pausa, lo que te dará una “puerta para hablar”, añadió. Si no funciona la primera vez, vuelve a repetirlo despacio, pero evita “levantar la mano como diciendo ‘háblale a la mano’”, dijo Fisher, que puede interpretarse como una amenaza. Di que interrumpesCuando estés listo para interrumpir, utiliza la palabra “interrumpir”, como en “sé que estoy interrumpiendo”, dijo Fisher. ¿Por qué? “La gente no se pone a la defensiva cuando reconoces el acto”, dijo. “No pueden acusarte de interrumpir, porque ya lo has reconocido”. Tu tono debe ser cálido, firme y tranquilo, dijo Fisher. “Indica que te estás sumando a la conversación sin atacar”. Si el monologuista intenta hablar por encima de ti, sigue hablando en un tono firme y neutro, dijo Nikki Graves, profesora asociada de comunicación de gestión en la Escuela de Negocios Goizueta de la Universidad Emory. Aunque te sientas incómodo, explicó, no pares hasta que la persona retroceda. Prueba con la frase “necesito”También puedes llamar la atención de la persona empezando con “necesito”, dijo Fisher. Por ejemplo, dijo que podrías decir: “necesito aclarar esto”, “necesito añadir algo”, “necesito detenerte en este punto”. Esto te permite tomar más control de la conversación sin ser conflictivo, añadió Fisher. Si estás dispuesto a probar algo un poco más casual, William Hanson, entrenador de etiqueta en el Reino Unido y autor de Just Good Manners, recomienda decir educadamente: “‘Oh, espera, necesito responder a eso antes de que desaparezca de mi cerebro’”. Si estás en grupo, resume y pasaSi un compañero monopoliza una reunión, resume lo que ha dicho —lo que indica que lo has oído— y luego pasa la palabra a otro para que intervenga, dijo Fisher. “Por ejemplo: ‘He oído los comentarios al respecto. Laura, me gustaría oír tu opinión sobre el tema’”. Graves añadió que también puedes ser directo y decir: “‘Gracias por tus aportaciones. Solo disponemos de un tiempo limitado. Me encantaría escuchar a otras personas’”. Si estás en un entorno social en el que alguien domina la conversación, puedes cambiar suavemente el rumbo, dijo Hanson: dirígete a otra persona del grupo, establece contacto visual y pregúntale su opinión sobre el tema en cuestión. Si todo lo demás falla, abandona la charlaCuando la persona que mantiene la conversación no expresa ninguna curiosidad por ti —como, por ejemplo, “si estás en una cita y te está hablando a ti en lugar de contigo”—, entonces está bien terminar esa interacción, dijo Todd Baratz, terapeuta y autor de How to Love Someone Without Losing Your Mind (Cómo amar a alguien sin perder la cabeza). “No tienes que pasarte todo el tiempo preguntándote: ‘¿Por qué hacen eso?’”, dijo Baratz. En cambio, puede ser más útil y fortalecedor centrarte en tu propia reacción. Y si tu conclusión es “no me gusta quien hace esto”, no dudes en cortar por lo sano, dijo. Está bien ser creativo e inventarse una excusa, dijo Baratz, pero un “tengo que irme” también funciona. Mitos sobre los alimentos cuando estamos enfermosCuando estás enfermo, comer alimentos nutritivos como frutas y verduras puede ayudar a satisfacer las necesidades energéticas de tu cuerpo. Pero, si no tienes apetito, ¿debes obligarte a comer? Esto nos dijeron los expertos. Lee el artículo: ¿Debo comer si estoy resfriado y contenerme si tengo fiebre? ¿El maní es peligroso para los niños?Las alergias alimentarias infantiles disminuyeron drásticamente en los años posteriores a que nuevas directrices alentaran a los padres a introducir los cacahuates en la dieta de sus bebés. Lee el artículo: Las alergias al maní han caído en picada en los niños, según un estudio Jancee Dunn, que escribe el boletín semanal de la sección Well para el Times, ha cubierto salud y ciencia durante más de 20 años. Agradecemos tus comentarios. Si estás suscrito a El Times, nos gustaría saber qué te parece el envío los días de semana de The World.
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