El cierre del gobierno de EE.UU. se acerca a una semana y el presidente Donald Trump envió señales contradictorias (LINK GRATUITO) sobre posibles negociaciones con los demócratas respecto a los subsidios de salud. Inicialmente mostró disposición al diálogo, pero luego se retractó, insistiendo en que el gobierno debe reabrir antes de discutir políticas. La confusión refleja presión en la Casa Blanca, mientras los trabajadores federales enfrentan pérdida de salarios. En el Congreso, los republicanos mantienen su postura de no negociar hasta reabrir el gobierno, mientras los demócratas exigen que cualquier acuerdo incluya la renovación de los subsidios de salud que vencen en 2025. | | Carlyle Group, que emplea a más de 700.000 personas a nivel mundial, publicó sus propios datos económicos ante la falta de cifras oficiales por el cierre del gobierno de EE.UU. La firma estima que en septiembre se crearon solo 17.000 empleos, muy por debajo de los 54.000 previstos por economistas. Aunque sus indicadores muestran una economía aún resistente, advierten un enfriamiento y una discrepancia entre el débil empleo y otros datos. Carlyle señaló que la inflación sigue siendo generalizada y que los aranceles aplicados desde abril han tenido un impacto menor al previsto. La Fed recortó tasas ante la debilidad laboral. El presidente Emmanuel Macron dio a su primer ministro saliente, Sébastien Lecornu, hasta el miércoles por la noche para negociar con los partidos políticos y evitar una crisis mayor en Francia. Lecornu, que dimitió el lunes, sigue encargado de buscar una plataforma de estabilidad. Si fracasa, Macron podría nombrar un nuevo primer ministro o convocar elecciones anticipadas, lo que daría impulso a la extrema derecha. El estancamiento político ha agravado el déficit presupuestario, elevado los costos de financiación y frenado la inversión. Moody’s prevé revisar la calificación de Francia el 24 de octubre, mientras crece la presión económica y política. El gobierno de Argentina vendió dólares por quinto día consecutivo para contener la caída del peso, con operaciones del banco central de entre US$450 millones y US$480 millones el lunes, a un tipo de cambio de 1.430 pesos. En total, se habrían vendido US$1.300 millones desde el martes pasado, reduciendo las reservas del Tesoro a unos US$1.800 millones al 1 de octubre. Las ventas, realizadas pese al acuerdo con el FMI, reflejan la presión cambiaria y la escasa liquidez. Milei defendió su estrategia y destacó que las reservas brutas aumentaron de US$21.000 millones a US$43.000 millones desde su llegada. Con el peso sobrevaluado, miles de argentinos cruzan cada mes a Chile para comprar televisores, ropa y electrodomésticos, vaciando las reservas en dólares que el gobierno de Milei intenta proteger. Lee el reportaje acá (LINK GRATUITO). |