Primero, mis disculpas porque es un día informativo difícil a tenor de lo que se mueve en la mesa de diálogo en Oriente Próximo. Pero como ya dijimos cuando emprendimos la tarea de enviarles un boletín semanal, entre los objetivos está acercarle algo más nuestro trabajo. Todo esto por el acuerdo alcanzado en la madrugada de este jueves entre las delegaciones de Israel y Hamás reunidas en Sharm el Seij (Egipto). Se dará paso a una primera fase del plan de Estados Unidos, trazado por su presidente, Donald Trump, para poner fin a la guerra en Gaza.
Por lo que sabemos en este momento: el pacto permitirá el canje de los 48 rehenes israelíes, la mayoría sin vida, por 2.000 presos palestinos. El ejército llevará a cabo una leve retirada técnica de sus militares para la entrada de ayuda humanitaria a la Franja desde Egipto.
Hablo con el periodista Antonio Pita, corresponsal en Jerusalén, y me cuenta que, entre sus cometidos este jueves, estará coger un coche hacia Tel Aviv para conocer de primera mano las sensaciones de los familiares de rehenes israelíes aún en poder de la milicia palestina Hamás. Converso también con nuestra enviada a la región, Trinidad Deiros, y me confiesa que casi tuvo que bajarse en marcha de un avión ante las noticias que recibía.
Según escribo estas líneas, Trinidad trata de comunicarse con la Franja y pulsar el estado de ánimo de los palestinos que allí residen/sobreviven. En esta tarea colaboran también el propio Antonio y nuestro compañero en Beirut, Joan Cabasés. Este es el resultado:
Abro y cierro rápido una pequeña ventana a la opinión. Primero, sobre los términos del pacto: tras dos años de brutal guerra en Gaza y más de 67.000 muertos, el elemento central del acuerdo es la puesta en libertad de los 48 secuestrados israelíes (a cambio, como decía más arriba, de 2.000 presos palestinos, una proporción que da buena cuenta de las asimetrías históricas de este conflicto) y no el fin de los bombardeos o la entrada de ayuda. Sé que va parejo y será parte de esta primera fase, pero el mensaje es claro.
El análisis certero de este logro diplomático sellado en la ciudad balneario egipcia, eso sí, lo firma nuestro compañero Andrea Rizzi:
En segundo lugar, repaso la prensa internacional y noto el entusiasmo informativo creciente ante el Nobel de la Paz, casi haciendo sombra al posible fin de hostilidades en la Franja. Nos unimos a esta tarea con tino. Lea a nuestra compañera en Internacional Hannah Slack:
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